El terreno H y sus características

En nutrición biológica, con frecuencia trabajamos sobre los terrenos. Para saber qué son exactamente los 7 terrenos chanbio de la nutrición ortomolecular, te aconsejo que leas este artículo donde te lo explico en detalle.

En este post concretamente vamos a ver en profundidad qué es el terreno H o hipoglucémico, el segundo de estos 7 terrenos y cómo distinguir las características y síntomas que se presentan cuando está desequilibrado así como su relación con el resto de los terrenos.


¿Qué es el terreno hipoglucémico?

Este terreno tiene una relación directa con la cantidad de azúcares ingeridos y de cómo nuestro organismo lo procesa produciendo una serie de trastornos que solemos percibir como momentáneos. En pocas palabras, se trata de un terreno que se desequilibra por un exceso de glucosa.

Los hidratos de carbono: tipos y propiedades

Los glúcidos o azúcares son las moléculas que mayormente componen nuestra dieta, con la diferencia de que existen varios tipos: simples y complejos.

Los azúcares simples, son los elementos básicos que componen los azúcares complejos, compuestos por monosacáridos y disacáridos. La glucosa es un azúcar simple del tipo monosacárido y principal fuente de energía del organismo.

Los azúcares complejos o polisacáridos son moléculas en cuya composición contienen más de dos azúcares simples. Por ej. almidón, glucógeno, celulosa. El almidón es la reserva de azúcares de los carbohidratos vegetales y el glucógeno el de los animales y la celulosa aunque es un glúcido por ser indigerible se encuentra clasificada como una fibra.

Como los azúcares complejos tienen una composición molecular más grande, se asimilan más lentamente (pan, féculas, pastas). En el proceso de digestión se convierten en azúcares simples (glucosa) que es asimilada en el intestino y liberada en sangre. Este paso debe estar bien regulado por nuestro organismo para no padecer los trastornos que puede aparejar si el terreno H está en desequilibrio.


¿Qué es el índice glucémico IG de un alimento?

Hemos oído muchas veces decir esto sobre los alimentos, pero sabemos realmente ¿qué es? Se trata de la capacidad de un alimento para elevar la glucemia en un tiempo determinado. Se establece desde 0 a 100 y es la concentración de glucosa en sangre tras el consumo de glucosa pura. Los alimentos con un IG alto elevan la glucosa en sangre rápidamente después de consumirlos, así mismo los que contienen un IG bajo propician que esta curva no suba tan de “golpe”, sino de manera más estable a lo largo del tiempo. De las necesidades de nuestro organismo y el estado en el que se encuentre seremos capaces de hacer una gestión más o menos eficaz de nuestros niveles de glucosa en sangre.

Hoy en día sabemos que el IG de un alimento depende de factores tales como: el tipo de azúcar, la forma de cocción, cómo masticamos el alimento, cuánto dura el tránsito y el consumo de determinados nutrientes en la misma comida. Un dato curioso es no relacionar necesariamente el sabor dulce con un alto índice glucémico en un alimento.

Las hormonas insulina y glucagón son las encargadas de gestionar los niveles de glucosa en nuestra sangre. La insulina (hormona secretada por el páncreas al igual que el glucagón) es la que permite la entrada de glucosa en las células ejerciendo una acción hipoglucemiante.

El glucagón que actúa en el hígado y músculos, descompone el glucógeno en glucosa y ejerce por tanto una acción hiperglucemiante, puesto que aumenta los niveles de glucosa en sangre.


Cómo nos ayudan a regular nuestro organismo estas hormonas

La insulina es la hormona encargada de inducir la glucólisis, lo que transforma la glucosa en energía (ATP). La glucogenogénesis es la ruta metabólica que convierte la glucosa en glucógeno y la que permite almacenar la glucosa en el hígado cuando hay un exceso en nuestro organismo. La glucogénesis es el proceso a través del cual en hígado y músculos se sintetiza el glucógeno a partir de la glucosa.

Por otra parte la hormona glucagón estimula la glucogenólisis (producción de glucosa a partir del glucógeno) y la gluconeogénesis (síntesis de glucosa a partir de precursores no glucídicos) que se produce en hígado y corteza renal.


Importancia de un terreno H en desequilibrio

El azúcar es el principal combustible de nuestro cerebro. Se ha demostrado que juega un importante papel en los sistemas de recompensa y dependencia creando en muchas personas lo que se conoce como “adicción al dulce”.

La ingesta desmedida de azúcares promueve la secreción excesiva de insulina causando lo que se conoce como “hipoglucemia reactiva”, que se trata de un proceso transitorio más o menos intenso dependiendo de las condiciones individuales de quien las padece.

Este proceso tiene implicaciones muy importantes para el organismo, porque la insulina producida durante este fenómeno regula el control del apetito inhibiendo la secreción de leptina (hormona que inhibe el apetito) y activa la grelina (hormona que estimula el apetito). Este proceso que se repite a lo largo del día una y otra vez, produce un déficit de vitaminas B y oligoelementos en el organismo, agotamiento del páncreas e insulinorresistencia en las células, todo lo cual conlleva al desarrollo de la diabetes de tipo II y el síndrome metabólico.


¿Qué produce que el terreno H se altere causando la hipoglucemia reactiva?

El factor más importante responsable de este desequilibrio es el tipo de dieta:

  • Excesivo consumo de azúcares simples.
  • Tomar snacks dulces entre comidas y poco saludables.
  • Dieta pobre en el consumo de fibra y azúcares complejos.

Los principales síntomas de la hipoglucemia reactiva son: (éstos se suelen sentir más claramente al poco rato de haber ingerido una comida alta en azúcares simples)

  • Fatiga intensa, agotamiento sin razón aparente, cansancio general, bajones de energía hacia las 11 h y las 17 h
  • Apetito por alimentos altos en azúcares, alcohol, café, refrescos con gas y azúcar
  • Estrés, ansiedad, nerviosismo, desánimo, estados depresivos
  • Irritabilidad, cambios repentinos de humor, hiperemotividad
  • Dolores de cabeza, visión alterada, mareos, temblores, desorientación
  • Trastornos del sueño (excesiva somnolencia) e insomnio
  • Obesidad, sobrepeso, desarrollo del síndrome metabólico
  • Opresión torácica, en la garganta o a la altura del plexo
  • Hormigueo en extremidades, extremidades frías
  • Dolores vertebrales, convulsiones tetanoides (contracción muscular involuntaria)
  • Transpiración irregular
  • Dolores de estómago, problemas digestivos, estasis de colon

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Cómo solucionar el gran problema de la hipoglucemia reactiva

La principal vía de corrección del terreno H en desequilibrio es la dieta. Hay que cambiar radicalmente el tipo de alimentos que tomamos diariamente en nuestra dieta para poder revertir este proceso. La segunda vía de actuación es ayudar al organismo a regularse mediante la administración de suplementos específicos que regulan la producción adecuada de insulina y meten en vereda a la hipoglucemia reactiva.

Normalmente con un tratamiento bien planificado de 3 meses, se consigue solucionar este problema, aunque los primeros beneficios se sienten claramente desde las primeras semanas. Es muy importante comprender que este terreno se desequilibra si seguimos una alimentación rica en carbohidratos simples durante demasiado tiempo, con lo cual debemos ser muy conscientes de que para que no vuelva a repetirse en el futuro, el cambio de alimentación es una medida fundamental. Evitar el exceso de azúcares simples y refinados, sal y grasas debe convertirse en parte de nuestros buenos hábitos alimentarios.

Esto propiciará el equilibrio del terreno H, nos ayudará a perder peso y a sentirnos llenos de energía y en armonía. Evitaremos también el desarrollo de enfermedades como la diabetes del tipo II o el síndrome metabólico y corregirá muchos de los trastornos mencionados.


Interacciones con el resto de los terrenos chanbio

Con el terreno C carenciado en AGPI: cuando hay sobrepeso, los terrenos C y H están vinculados entre sí. Las formas de almacenamiento de triglicéridos son los azúcares y los AG. El exceso de grasas saturadas alterará la microbiota intestinal favoreciendo el síndrome metabólico y la resistencia a la insulina.

Con el terreno A (ácido desmineralizado): un exceso de azúcares en la dieta consume los oligoelementos del organismo, lo que propicia un terreno ácido. El magnesio es primordial para el metabolismo del azúcar en la célula.

Con el terreno N (neurodistónico): el consumo excesivo de azúcares agudiza la sensación de “nube en la cabeza” provocada por el desequilibrio del terreno H.

Con el terreno B (basocolítico): un intestino sano puede gestionar eficazmente la glucosa, pero en desequilibrio propiciará mala absorción intestinal, la aparición de Cándida Albicans, un apetito exagerado y por supuesto sobrepeso y obesidad.

Con el terreno I (intoxicado): el hígado es el principal órgano en donde se almacena el exceso de azúcares (en forma de glucógeno), esto propiciará una ineficaz función detox de este importante órgano-glándula y un funcionamiento empeorado de sus funciones.

Con el terreno O (oxidado): la hiperglucemia sostenida a lo largo del tiempo promueve el fenómeno de glicación (1) asociado a procesos inflamatorios que producen envejecimiento prematuro.


Cómo te puede ayudar el Test Bionutricional Iomet en el terreno H

A través de un cuestionario muy especializado y del análisis de tu estilo de vida, patologías y hábitos alimentarios podremos determinar con una precisión del 100% cuál o cuáles son los terrenos que presentan deficiencias o excesos y que pueden ser la causa principal de todos esos malestares que llevas acumulando  desde hace tiempo sin respuestas claras. 

Hay ocasiones en donde encontramos que tenemos más de un terreno en desequilibrio, ya sea por déficits o por excesos.

En cualquiera de estos casos se debe intervenir con un plan dietético adaptado y un tratamiento con la suplementación más adecuada a cada síntoma y terreno. El tratamiento de los terrenos es de 3 meses, aunque los beneficios siempre comienzan a estar presentes desde la primera semana.

Siendo las mejoras notables en prácticamente todo el organismo y traduciéndose en un aumento del bienestar general y por tanto en una mejora de nuestra de salud.

Uno de los beneficios más destacables de tratar los terrenos en desequilibrio es el de prevenir el desarrollo de futuras enfermedades, puesto que con el tratamiento adecuado devolvemos el equilibrio a nuestro organismo desordenado y alterado.


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Referencias

(1) Glicación definición

Bibliografía

Entender la nutrición celular activa, Dr. Claude Lagarde

Obesidad y diabetes mellitus tipo II

bionutricion

Paula Pencef Pérez, autora de La dieta de la bionutrición celular y Los aditivos y otros venenos, ¿necesarios? de Mandala Ediciones. Nutricionista y redactora experta en temas de nutrición y cocina saludable, creadora de los blogs Bionutrición Ortomolecular y La Cocina Ortomolecular.

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