Contenidos
- ¿Qué es la intolerancia a la lactosa?
- Tipos de intolerancia a la lactosa
- Síntomas de intolerancia a la lactosa
- Detectando la intolerancia a la lactosa
- Qué alimentos deberíamos eliminar para realizar la prueba de descarte
- Semáforo alimentario para intolerantes a la lactosa
- Más de Bionutrición Ortomolecular
¿Qué es la intolerancia a la lactosa?
Aunque en la actualidad abunda la información acerca de las intolerancias alimentarias en general, la intolerancia a la lactosa en muchos casos queda como última posibilidad de origen de una extensa lista de síntomas que no se asocian con ésta.
Este tipo de intolerancia puede tardar tiempo en manifestarse, pero si existe acabará por hacerlo y los síntomas con que da la alarma suelen ser muy claros y casi nunca relacionados con este problema.
Tipos de intolerancia a la lactosa
Se trata de un tipo de intolerancia que puede darse desde el nacimiento o desarrollarse al cabo del tiempo por diferentes causas (déficit de lactasa sobre todo en la edad adulta).Otra razón bastante común suelen problemas intestinales de malabsorción (en el celiaquismo por ejemplo) o bien por defecto congénito (una de las más escasas).
En cualquiera de estos casos, estas condiciones harán que se deje de producir “lactasa” la molécula encargada de romper la lactosa para poder digerirla. Las tendencias actuales de modas nutricionales (tomar alimentos sin lactosa porque sí) incitan a la llamada “intolerancia a la lactosa auto-inducida”. Algo que se está dando de forma bastante común hoy en día.
Síntomas de intolerancia a la lactosa
La sintomatología de intolerancia a la lactosa se presenta casi siempre, con las siguientes molestias, en mayor o menor medida.
- Dolor abdominal
- Molestias intestinales, gases, hinchazón
- Diarrea crónica
- Dolores de cabeza y/o migrañas
- Erupciones en la piel
- Dolor en las articulaciones
- Falta de vitalidad, cansancio, fatiga, desgano
- Agravación de las enfermedades respiratorias como el asma
- Malnutrición y deficiencias nutricionales
- Náuseas, vómitos (aunque no siempre se dan en todos los casos)
Todos estos síntomas, son muy comunes en una intolerancia a la lactosa, y normalmente no suelen relacionarse con este problema. Varios o todos los síntomas pueden presentarse a la vez, inmediatamente después de haber ingerido un alimento que contenga lactosa o al cabo de un rato.
Mientras mayor es el grado de intolerancia, mayores serán las molestias ocasionadas por los síntomas, durarán más tiempo y el malestar general será cada vez más intenso.
Detectando la intolerancia a la lactosa
Si bien existen pruebas de laboratorio muy fiables para realizar el diagnóstico certero de la intolerancia a la lactosa, se puede en un primer momento realizar una prueba por “descarte”.
Si se sospecha claramente que puede existir la intolerancia, se deberá dejar de tomar al menos durante tres semanas todos los alimentos que contengan o sean sospechosos de llevar lactosa. Esta pequeña prueba requiere ante todo, mucha disciplina y no saltarse nunca ni un solo día si realmente hay interés en comprobar si existe o no la intolerancia.
Es recomendable realizarla cuando tras comprobar la lista de síntomas, se pueda pensar que se trate de una intolerancia a la lactosa.
Qué alimentos deberíamos eliminar para realizar la prueba de descarte
- Leche de origen animal (vaca, cabra, oveja), líquida o en polvo
- Yogures y postres lácteos
- Mantequilla y margarina
- Nata
- Helados
- Quesos de todo tipo
- Chocolate con leche
- Zumos y batidos industriales
- Cereales, bollería que pueda ser susceptible de contener lactosa
- Golosinas, embutidos que contengan lactosa
- Todo tipo de alimento industrializado que pudiera contenerla, para lo cual se deberá leer atentamente todas las etiquetas
Semáforo alimentario para intolerantes a la lactosa
Durante tres semanas completas se deberá llevar una dieta libre de lactosa completamente, suspendiendo la toma de todos los alimentos mencionados, sin excepción.
Es recomendable anotar en un diario o cuaderno el día de comienzo así como los síntomas que se tengan en ese momento y llevar un registro periódico de esas tres semanas. Al finalizar se debería observar si los síntomas continúan, han disminuido o incluso desaparecido. Lo importante es llevar un registro adecuado cada día mientras dure la prueba.
Si notamos alguna mejoría o una considerable reducción de la sintomatología, podremos considerar seriamente que sí existe una clara intolerancia a la lactosa, con lo cual deberíamos acudir a la consulta de un profesional y solicitar asesoramiento para llevar una dieta equilibrada y aprender con qué alimentos podemos sustituir todos aquellos que hemos quitado de nuestra dieta habitual.
Ten en cuenta que hoy en día existen muchas opciones saludables (por ejemplo alimentos sin lactosa o deslactosados) para llevar una dieta sin lactosa que no convelle deficiencias ni carencias nutricionales así como restaurantes que ofrecen menús completos para personas con intolerancias alimentarias.
Si quieres saber más acerca de las intolerancias alimentarias y como se manifiestan en nuestro organismo o cómo nos afectan a la salud, no te pierdas este post sobre las intolerancias alimentarias.
Y si quieres saber más acerca de la intolerancia a la lactosa, puedes pinchar aquí.