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El terreno B y sus características

En nutrición biológica, con frecuencia trabajamos sobre los terrenos. Para saber qué son exactamente los 7 terrenos chanbio de la nutrición ortomolecular, te aconsejo que leas este artículo donde te lo explico en detalle.

En este post concretamente vamos a ver en profundidad qué es el terreno B o basocolítico, el quinto de estos 7 terrenos y cómo distinguir las características y síntomas que se presentan cuando está desequilibrado así como su relación con el resto de los terrenos.


¿Qué es el terreno B basocolítico?

Este terreno se relaciona con los desequilibrios de la microbiota intestinal y por tanto a los numerosos trastornos que parten del intestino, desde enfermedades intestinales a intolerancias alimentarias.

Integra aspectos muy importantes para la salud general, como el buen funcionamiento digestivo e incluso tiene una estrecha relación con el terreno N (neurodistónico) fácilmente alterado por el estrés crónico.


El intestino, sede de la salud y la nutrición

Es en nuestro intestino donde nuestra alimentación se convierte en nutrientes y por ende en salud o enfermedad. Aquí es donde todo lo que comemos se convierten en sustancias que luego nuestro organismo empleará para el buen funcionamientos de todos sus sistemas.

En este proceso, participan otros sistemas y órganos, así como otros nutrientes, y el resultado de éste es lo que derivará en un mejor o peor estado de salud general.

Hoy en día sabemos a través de los últimos estudios que se realizan periódicamente que la salud intestinal juega un papel fundamental en un eficaz sistema inmunológico y que cada día se descubren más y más relaciones con el desarrollo de diversas enfermedades.


Funciones más importantes del intestino

El intestino absorbe nutrientes, se encarga de los desechos y de finalizar el proceso digestivo. Pero también ejerce algunas funciones que debemos conocer para comprender su importancia:

  • Función barrera: limita el paso de sustancias tóxicas como bacterias y tóxicos.
  • Ejerce un papel fundamental en el sistema inmunológico.
  • Produce hormonas y neurotransmisores (más del 60% de la dopamina y más del 80% de la serotonina).
  • Produce vitaminas, esenciales para el correcto funcionamiento del organismo.
  • Reabsorbe elementos que se excretan durante el proceso digestivo: agua, colesterol, etc.

El intestino es un ecosistema muy delicado que puede perder el equilibrio ante diversos factores, sobre todo los relacionados con la alimentación. La mucosa intestinal, que cumple una importante función protectora que tiene relación con el sistema inmune.

Si esta mucosa se ve alterada, a largo plazo lo pagaremos con el desarrollo de un sistema inmunológico debilitado al que le costará hacer frente a diversas amenazas. El 70% de las células inmunitarias están en nuestros intestinos y conforman el GALT (un tejido asociado a las mucosas que se encarga de atender todo tipo de invasión extraña). Este sistema de defensa se compone de linfocitos T y B, células plasmáticas y macrófagos asilados en folículos linfoides y placas de Peyer (1).

En el intestino es donde se asienta la producción de anticuerpos y de inmunoglobulina A secretora, con importantes implicaciones en las defensas de nuestro organismo.

La relación entre intestino e inmunidad juega un papel fundamental desde la primera infancia, en donde factores que afectan a la maduración del sistema inmune se traduce en el desarrollo de trastornos en la edad adulta: desde nacimiento por cesárea, lactancia, antibióticos, excesiva higiene, etc.


La flora, un ecosistema imprescindible

Nuestra flora (microbiota) intestinal está compuesta por más de 1000 especies, 1000 billones de bacterias y cerca de 35.000 cepas distintas.

Este ecosistema se distingue por diferentes  grupos de flora con funciones muy específicas:

Bacterias:

  • Flora endógena residente dominante: que se compone en más de un 90% de bacterias anaeróbicas (las bifidobacterias).
  • Flora endógena subdominante: aquí están los lactobacilos.
  • Flora transitoria: se compone de bacterias patógenas.

Bacterias de la flora en relación con el metabolismo de la degradación de proteínas y glúcidos:

  • Flora fermentativa: bacterias lácticas y bifidobacterias. Esta flora se encarga de la fermentación de glúcidos complejos no digeridos, liberación de dióxido de carbono y ácidos.
  • Flora putrefactiva: metaboliza proteínas de origen animal y produce metabolitos alcalinos. Un exceso de flora putrefactiva da como resultado un intestino que no va bien con el tiempo: gases, hinchazón, toxinas.
  • Bacterias simbióticas: tienen un efecto beneficioso en el huésped regulando los procesos inflamatorios.
  • Bacterias comensales: no tienen efecto en el huésped.
  • Bacterias oportunistas: según las condiciones del entorno puede proliferar y convertirse en patógenas.

¿Sabías que… el intestino, nuestro segundo cerebro tiene unas 100 millones de neuronas y secreta alrededor de unos 20 neurotransmisores?

La importancia del segundo cerebro


Disbiosis, o cuando el terreno B se desequilibra

Cuando este delicado ecosistema se desequilibra, aparece lo que conocemos como “disbiosis intestinal”. Al principio podemos no darnos cuenta de que nuestro intestino no va bien, pero con el tiempo (y no pasará demasiado) empezaremos a notar que algo no va del todo bien.

El desarrollo de diversas patologías es el resultado del terreno B cuando está alterado, cuando la delicada mucosa del intestino se ve afectada. Esto es lo que se describe como “permeabilidad intestinal” puesto que cuando esta mucosa se ve alterada, además de dejar nutrientes, el intestino filtrará ineficazmente también toxinas, bacterias, virus y alérgenos que perjudicaran seriamente nuestro estado de salud.

¿Sabes qué es el SIBO? Sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado

Síntomas del sobrecrecimiento bacteriano intestinal (SIBO)


¿Qué consecuencias tiene para la salud el desequilibrio del terreno B?

El equilibrio de la microbiota intestinal juega un papel muy importante en un buen estado de salud en general de todo nuestro organismo.

Alteraciones del terreno B comenzarán manifestándose como trastornos que se alternarán en períodos relativamente cortos hasta convertirse en patologías crónicas.

  • Sistema inmunitario: mayor probabilidad de sufrir infecciones de repetición, alergias, inflamación crónica, debilidad general.
  • Sistema digestivo: digestiones pobres, gases, hinchazón, problemas digestivos variados, mal aliento, estreñimiento o diarreas crónicas, intolerancias alimentarias.
  • Sistema neurológico: incipiente absorción de neurotransmisores, agravamiento del estrés.
  • Sistema endocrino: el desequilibrio de este terreno propicia una inflamación crónica que se ha relacionado con el desarrollo del síndrome metabólico (diabetes, obesidad, hipertensión, hipercolesterolemia, etc.)

¿Sabías que… la microbiota intestinal tiene un papel importantísimo en el desarrollo de la obesidad?

Lee el estudio completo aquí


¿Cómo se altera el equilibrio del terreno B?

No es difícil romper este equilibrio a través de diversos factores que siempre están presentes en nuestras vidas:

  • Dieta inadecuada, malos hábitos alimentarios, carencia de fibra y pre y probióticos en la dieta.
  • Alimentación alta en azúcares refinados y carnes que propicien la flora putrefactiva, será causa de desequilibrio de este terreno.
  • No hidratarse correctamente, puesto que favorecerá la aparición de estreñimiento (junto a una dieta carente de fibra).
  • Consumo excesivo o prolongado e innecesario de antibióticos y otros fármacos que pueden alterar la microbiota intestinal.
  • Estrés crónico.
  • Vida sedentaria, no hacer ejercicio.
  • Nacimiento por cesárea, la no lactancia materna.

Por tanto todo lo mencionado, es lo que debemos evitar y/o reducir si queremos preservar el equilibrio del terreno B.

Si quieres saber más acerca de cómo la disbiosis influye en tu salud intestinal, deberías leer:

Candidiasis intestinal crónica

Incluir suplementos probióticos de alta calidad también es fundamental para evitar el desequilibrio de este terreno.


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Interacciones con el resto de los terrenos chanbio

Con el terreno C: los ácidos grasos se absorben en el intestino, por eso los trastornos en la mucosa intestinal tendrán un importante efecto en éstos.

Con el terreno H: un intestino en buen estado, nos asegura un eficaz control de la glucosa. El proceso de regulación de la glucemia se produce aquí a través de la secreción de diferentes sustancias implicadas en las principales hormonas supresoras del apetito y del control de la glucemia.

Con el terreno A: una dieta rica en alimentos que acidifican propician inevitablemente una mayor producción de ácidos en la luz intestinal. Esto alterará el pH intestinal propagando una flora patógena que se convertirá en problemas de salud a medio plazo.

Con el terreno N: el 80% de la serotonina del organismo se sintetiza en el intestino, con lo cual la salud intestinal y la salud en neurológica están estrechamente relacionadas. El desequilibrio de un terreno acabará por perjudicar al otro.

Con el terreno I: la permeabilidad intestinal es causa de aumento en el nivel de toxinas que pasan a través de la mucosa intestinal y esto sobrecargará la función hepática de detox impidiendo la eliminación de tóxicos eficazmente.

Con el terreno O: los polifenoles ejercen una acción beneficiosa en las bacterias intestinales inhibiendo el crecimiento de otras patógenas. Muchos estudios actuales están demostrando la importancia de los antioxidantes en el desarrollo de las patologías inflamatorias intestinales.


Cómo te puede ayudar el Test Bionutricional Iomet en el terreno B

A través de un cuestionario muy especializado y del análisis de tu estilo de vida, patologías y hábitos alimentarios podremos determinar con una precisión del 100% cuál o cuáles son los terrenos que presentan deficiencias o excesos y que pueden ser la causa principal de todos esos malestares que llevas acumulando  desde hace tiempo sin respuestas claras. 

Hay ocasiones en donde encontramos que tenemos más de un terreno en desequilibrio, ya sea por déficits o por excesos.

En cualquiera de estos casos se debe intervenir con un plan dietético adaptado y un tratamiento con la suplementación más adecuada a cada síntoma y terreno. El tratamiento de los terrenos es de 3 meses, aunque los beneficios siempre comienzan a estar presentes desde la primera semana.

Siendo las mejoras notables en prácticamente todo el organismo y traduciéndose en un aumento del bienestar general y por tanto en una mejora de nuestra de salud.

Uno de los beneficios más destacables de tratar los terrenos en desequilibrio es el de prevenir el desarrollo de futuras enfermedades, puesto que con el tratamiento adecuado devolvemos el equilibrio a nuestro organismo desordenado y alterado.


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Bibliografía

Entender la nutrición celular activa, Dr. Claude Lagarde

SIBO: cómo tratar el peligroso sobrecrecimiento bacteriano en el intestino.

bionutricion

Paula Pencef Pérez, autora de La dieta de la bionutrición celular y Los aditivos y otros venenos, ¿necesarios? de Mandala Ediciones. Nutricionista y redactora experta en temas de nutrición y cocina saludable, creadora de los blogs Bionutrición Ortomolecular y La Cocina Ortomolecular.

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