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Diferencias entre suplementos y medicamentos

Diferencias entre suplementos y medicamentos by Bionutricion Ortomolecular
Diferencias entre suplementos y medicamentos

Hoy tenemos como colaboradora invitada a la Dra. Paloma Pérez del Pozo, autora del libro Estilo de Vida Saludable publicado por Mandala Ediciones.

La Dra. Pérez del Pozo es médico especialista en vida saludable y documentalista experta en bibliografía científica sobre temas relacionados con las últimas investigaciones médicas en el ámbito de la prevención. 

En su libro abarca de todo tipo de temas relacionados con la salud y el bienestar. Desde la prevención de enfermedades degenerativas hasta el cuidado de la salud mental, emocional y el entrenamiento deportivo a través de la alimentación y el estilo de vida.

En este post hablaremos de las diferencias entre medicamentos y suplementos. Qué son y en qué casos actúan los fármacos y los suplementos y sus funciones específicas.

Algunos medicamentos son a la vez nutrientes, no obstante se trata de moléculas bien diferenciadas que tienen funciones distintas y vías de actuación bien definidas. También se debe tener en cuenta la interacción entre medicamentos, nutrientes y alimentos.


Definiciones: suplementos y medicamentos

Un medicamento, trata una enfermedad y el conjunto de sus síntomas, previene, mejora y cura.

Un suplemento (nutriente) es un catalizador de las funciones orgánicas y regula, reequilibra, previene y corrige deficiencias y carencias nutricionales (las cuáles pueden llevar al desarrollo de enfermedades).


Diferenciando moléculas

Un medicamento  contiene una o varias moléculas específicas utilizadas para dar una orden concreta al organismo frente a un síntoma o conjunto de síntomas.

Se aísla y purificada para actuar sobre una circunstancia orgánica concreta que puede ser la causa de la enfermedad ó de la sintomatología características.

Son sustancias necesarias para curar, prevenir y mantener las funciones fisiológicas de nuestro organismo. Y en muchas ocasiones no pueden ser sustituidas por la toma de suplementos para tratar enfermedades.

Los suplementos son nutrientes (que normalmente se encuentran en los alimentos): vitaminas, minerales, aminoácidos, enzimas, ácidos grasos esenciales y se obtienen por medios naturales o por imitación sintética de sus moléculas. No tienen un efecto curativo en el organismo, sino que sus funciones son las de regularlo, reequilibrarlo y protegerlo.

Se los considera “catalizadores enzimáticos de las funciones orgánicas” o “biocatalizadores” y “cofactores”. Pero nunca podrán sustituir el efecto de un medicamento puesto que su vía de actuación en el organismo y el origen de unas moléculas y otras son distintas al igual que sus objetivos.

Sin embargo muchos nutrientes pueden tener también la consideración de medicamento, como es el caso del hierro empleado para tratar las anemias ferropénicas.


Suplementos y medicamentos más utilizados

Los grupos de medicamentos más ampliamente utilizados y conocidos por sus funciones específicas son: analgésicos, antiácidos, antidiarreicos, antiinfecciosos, antibióticos, antivirales, antifúngicos, antiparasitarios, antialérgicos, antipiréticos, antidepresivos, antitusivos, laxantes, mucolíticos y complejos vitamínicos de uso médico (éstos últimos suelen ser bastante incompletos y de peor calidad que un suplemento ortomolecular).

Su consumo debe ser controlado sin sobrepasar las dosis indicadas por el profesional para no producir sobredosis o intoxicaciones, adecuado a la patología del paciente y tener cuidado con los casos de alergias a medicamentos y con las interacciones con otros fármacos, suplementos o alimentos.

El período de consumo debe ser breve para evitar la aparición de los efectos secundarios y los enfermos crónicos que necesiten un período prolongado de tratamiento deben ser controlados por su médico (quien es el único que debe prescribirlos o aconsejar dejar de tomarlos y cuándo).


En el grupo de los suplementos encontramos: vitaminas (hidrosolubles y liposolubles), minerales y sales minerales, enzimas, aminoácidos, antioxidantes, ácidos grasos esenciales, compuestos herbarios, hormonas naturales, oligoelementos, fitonutrientes y complementos alimentarios (alimentos que han sido enriquecidos con estos nutrientes para distintos fines).

Los suplementos son preparados tanto naturales como de síntesis química y su función principal es suplir una carencia o déficit por mala alimentación, práctica de algún deporte, estrés u otras causas (entre las cuáles pueden encontrarse la toma de algunos fármacos).

Son poderosos aliados coadyuvantes en la prevención del desarrollo de muchas enfermedades. En ocasiones la toma conjunta de medicamentos con suplementos puede ser necesaria, así como lo contrario (la toma separada de ambos) si existen interacciones.

Se elaboran con productos naturales desecados en polvo (liofilizados) que contienen el nutriente que se necesita para satisfacer las necesidades de nuestro organismo. Se pueden adquirir en cápsulas o comprimidos, polvos, bebidas (líquido) y alimentos enriquecidos.


Moléculas naturales vs sintéticas

Es importante tener en cuenta que el organismo no reconoce si una molécula es de origen natural o sintético, pero sí lo hace en cambio en cuanto a la función específica que esa molécula tiene dentro del organismo, no obstante los preparados naturales son mejor tolerados y conllevan menor riesgo de efectos indeseables.

Una diferencia fundamental está en la reflexión del rayo de luz polarizada cuando atraviesan las moléculas del suplemento.

En las vitaminas naturales el rayo de luz siempre virará hacia la derecha , siendo dextrógiras estas vitaminas y que podremos reconocer si en el envase su definición comienza con “d” (lo que indica que su origen es natural). Por ejemplo: d-alfa-tocoferol.

En las sintéticas parte del rayo de luz polarizada vira a la derecha y parte a la izquierda, siendo vitaminas dextrolevógiras (lo sabremos si en su denominación vemos las letras “dl” indicando que se trata de un compuesto sintético). Por ejemplo: dl-alfa-tocoferol.

Todo lo cual nos debe llevar siempre a elegir preferiblemente suplementos de calidad y de origen natural.


Calidad de los suplementos nutricionales

Diferencias entre suplementos y medicamentos
Diferencias entre suplementos y medicamentos

La calidad de los suplementos nutricionales es una de las cuestiones fundamentales entre las diferencias a destacar entre suplementos y medicamentos. Sobre todo entre aquellos medicamentos que son considerados también “suplementos”.

Por ejemplo: el betacaroteno o provitamina A se encuentra en los tomates, zanahorias, calabazas, etc. Los mayores carotenoides son alfa caroteno, betacaroteno, luteína, zeaxantina criptoxatyn y licopeno.

El betacaroteno que se vende en las farmacias es un compuesto sintético aislado del gas acetileno y está provocando efectos nocivos en los consumidores. (1) (2).

La vitamina C que se vende como suplemento en los herbolarios es ácido ascórbico junto con otros componentes como bioflavonoides, tirosinasa y otros factores que potencian su acción y la que se vende como preparado farmacéutico es solo el ácido ascórbico sin bioflavonoides y resulta insuficiente en su eficacia(3).

Un importante ejemplo es la vitamina B de la que se conocen desde 1975 once componentes adicionales. El carbón de hulla que se emplea en la industria farmacéutica es fuente de vitaminas B6 y B1 .

Sin embargo los suplementos la aportan en formas naturales de levadura de cerveza, kelp y otros alimentos vegetales que son mejor tolerados por nuestro cuerpo y más eficaces.

Los suplementos de sales minerales son más efectivos e inocuos que los medicamentos que los aportan, y los suplementos de hierro que se elaboran a partir de la levadura de cerveza asociados con vitamina C y B1 mejoran la absorción.

Los medicamentos para tratar la anemia sólo contienen hierro (frecuente además de baja calidad, por ej. en forma de óxido) y muchos no llevan ni siquiera vitamina C ni B9 y B12 asociada.

Los suplementos de calcio indicados para la menopausia o en personas con osteoporosis y traumatismos tienen fósforo, vitamina D3 y K2 y otras sustancias (minerales) que potencian la acción del calcio resultando más eficaz y evitando sobre todo que el calcio se deposite en tejidos blancos.

Los medicamentos de calcio no son tan eficaces porque muchas veces solamente contienen calcio sin nada más. (4). Esto puede generar serios problemas de salud a la larga, puesto que un calcio que no contenga en su composición D3 y K2 aumentará el riesgo de que se deposite también en tejidos blandos además de los huesos.

La conclusión general es que aunque medicamentos y suplementos tienen vías de actuación metabólicas distintas y unos normalmente no sustituyen a otros, los segundos pueden ser empleados en tratamientos para los que comúnmente se utilizan algunos medicamentos cuyas formulaciones son incompletas e incluso peligrosas (no por sus efectos secundarios) sino por su composición.


Acerca del uso de suplementos y medicamentos

Los suplementos al equilibrar nuestro organismo y las funciones celulares nos ayudan a ser menos propensos a sufrir enfermedades (junto a un estilo de vida saludable).

Los medicamentos están enfocados al tratamiento de causas y síntomas de enfermedades definidas. Por ejemplo los antibióticos matan las paredes celulares de las bacterias, así la penicilina destruye a los estreptococos beta hemolíticos responsables de las anginas, curando la enfermedad.

La toma prolongada a dosis decentes de vitamina C reduce el tiempo de recuperación frente a gripes, resfriados e infecciones así como las probabilidades de contraerlas con mayor frecuencia.

Aunque muchas personas sean enemigas actualmente de tomar cualquier tipo de medicación; incluso a pesar de que puedan curarse de ciertas enfermedades (muchas de ellas graves) que no pueden ser tratadas por otras vías ajenas a los fármacos, la realidad es que la objetividad no puede ni debe perderse nunca de vista.

Los suplementos no siempre son incompatibles con los medicamentos (algunos tienen contraindicaciones) pero no todos e incluso se hacen hasta necesarios en muchas indicaciones de tratamientos médicos.

La clave está,  tal como se viene demostrando en estos últimos tiempos de investigaciones incansables en materia de medicina y nutrición, en llevar un estilo de vida equilibrado (vida no sedentaria, higiene mental y emocional, ocio, control del estrés) y una alimentación saludable.


Bibliografía:

Consejos sobre el consumo de medicamentos – Dra. Paloma Pérez del Pozo

(1) (3) (4) Diferencias entre vitaminas naturales y sintéticas

(2) Alimentación sana. Laboratorios vs natural

Suplementos alimenticios: lo que usted necesita saber. U. S. Food and Drug Administration (FDA)

Diferencia entre suplemento y complemento según la Real Academia Española: (considerados sinónimos)

Evidencia científica para suplementos populares de salud: David McCandless y Andy Perkins han realizado una completa revisión bibliográfica de alrededor de 1500 estudios aleatorizados y doble ciego (utilizando PubMed Cochrane) sobre los complementos dietéticos y alimentos más utilizados para prevenir ciertas enfermedades: Snake oil? The scientific evidence for popular health supplements. Se interpreta de la siguiente manera: cuánto más arriba en la gráfica está el círculo (nutriente) más sólida es la evidencia científica para uno o más beneficios para la salud (ampliar información clicando en el círculo). En la columna derecha podremos seleccionar por enfermedades o por tipos de complementos dietéticos o alimentos.

bionutricion

Paula Pencef Pérez, autora de La dieta de la bionutrición celular y Los aditivos y otros venenos, ¿necesarios? de Mandala Ediciones. Nutricionista y redactora experta en temas de nutrición y cocina saludable, creadora de los blogs Bionutrición Ortomolecular y La Cocina Ortomolecular.

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